Las autoridades del norte de Alemania hicieron un llamado a miles de personas para que acudan a los centros de vacunación con el fin de que reciban una dosis de la vacuna contra el covid-19 después de que la policía descubrió que una enfermera de la Cruz Roja les inyectó una solución salina.
Se sospecha que la enfermera inyectó solución salina en los brazos de las personas en lugar de dosis del suero contra el coronavirus en un centro de vacunación en Frisia, Alemania.
“Estoy totalmente conmocionado por este episodio”, expresó el concejal local Sven Ambrosy en Facebook. Las autoridades locales emitieron la alerta para alrededor de 8.600 residentes que podrían resultar afectados.
Si bien la solución salina es inofensiva, la mayoría de las personas que se vacunaron en Alemania en marzo y abril, cuando se produjo el presunto cambio, son mayores con alto riesgo de contraer la enfermedad viral.
El investigador policial Peter Beer ha afirmado en rueda de prensa que según las declaraciones de los testigos, había una sospecha razonable de peligro.
A finales de abril, la enfermera reconoció que había llenado seis jeringas con solución salina en lugar de la vacuna Pfizer. Uno de los viales se cayó al piso mientras lo mezclaba y trató de ocultarlo. Pero este no fue un hecho aislado, dice la policía germana.
Sus motivos
La motivación de la enfermera, de quien se desconoce la identidad, no se ha esclarecido aún. Sin embargo, había expresado opiniones escépticas sobre las vacunas en sus publicaciones de las redes sociales, han explicado los investigadores.
No se ha aclarado si la sospechosa ha sido detenida, y el caso ha caído en manos de una unidad especial que investiga delitos de motivación política, según la emisora NDR.
La enfermera sospechosa ha negado las acusaciones a través de su abogado, quien ha asegurado que en todo caso se trató de un hecho específico. “Es incorrecto que debido al comportamiento de nuestra cliente se suministraran en algún momento dosis de la vacuna que solo consistieran en cloruro de sodio”, declaró el abogado Christoph Klatt.
Por el contrario, ha dicho, la enfermera trató de compensar con restos de otras ampollas parte de la vacuna derramada por la rotura accidental de un frasco. En todo caso, se trató de un hecho puntual, ha agregado. Subraya que su cliente no actuó por motivación política ni administró solo solución salina a las personas que se querían vacunar.
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