LeBron James se impuso en un espectacular duelo ante Stephen Curry en la victoria del miércoles de Los Angeles Lakers 103-100 ante los Golden State Warriors en el play in (repechaje), que les otorga el pase a los playoffs de la NBA.
Los vigentes campeones avanzaron a la postemporada como séptimo clasificado de la conferencia Oeste y jugarán la primera ronda contra los Phoenix Suns, segundo.
Los Warriors, por su parte, tendrán una última oportunidad de lograr el boleto en el segundo partido del play in el viernes ante los Memphis Grizzlies.
El Staples Center de Los Ángeles fue escenario de un dramático partido en el que los Lakers sufrieron una primera mitad de pesadilla pero resurgieron de la mano de LeBron James. El jugador firmó un triple doble de 22 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias.
Los Warriors llegaron con opciones hasta el final de la mano de un espectacular Stephen Curry, que terminó con 37 puntos y 7 triples.
Pero en el último minuto fue LeBron quien selló el triunfo angelino con un lejano triple al estilo Curry, lanzado poco después de recibir un fuerte golpe en la cara de Draymond Green.
«Después de que el dedo de Draymond me diera en mi ojo, estaba literalmente viendo tres aros. Así que lancé al del medio«, dijo LeBron sobre su triple.
El ojo «va a estar bastante dolorido esta noche, lo sé con seguridad. Pero tenemos unos días hasta ir a Phoenix», afirmó el veterano alero. El experto no pareció resentirse de su lesión de tobillo que le ha diezmado en los últimos dos meses.
Final de infarto
King James, el más firme opositor al nuevo formato del play in, y los Lakers protagonizaron una horrorosa primera parte, con un total de 31 tiros fallados, la mayor cifra de la temporada.
«Nos dieron en la boca en la primera parte, pero teníamos que responder y lo hemos hecho», se felicitó James, que persigue su quinto anillo de su carrera y su segundo en los Lakers.
Draymond Green, que sumó 9 rebotes, 3 robos y 3 tapones, marcó el tono de la feroz defensa de los Warriors.
El veterano ala-pívot (1,98m), compañero de Curry en los tres anillos de los Warriors (2015, 2017 y 2018), logró alejar de la pintura a Anthony Davis (2,08m), quien naufragó desde el tiro exterior.
Los Warriors se impusieron 28-22 en el primer cuarto y mantuvieron la ventaja en el arranque del segundo a pesar de que Curry estaba descansando en el banquillo, con aportaciones del mexicano-estadounidense Juan Toscano-Anderson (9 puntos y 6 rebotes).
Curry, que se encuentra en estado de gracia y ha sido el máximo anotador de la temporada, se hizo esperar para golpear desde la línea de tres. Pero lo hizo con dos triples seguidos que ponían a su equipo con 11 puntos de ventaja.
Mientras el grupo de aficionados de los Warriors aclamaba a su estrella con gritos de MVP, las figuras de los Lakers seguían con una insólita sequía ofensiva y era el escolta suplente Alex Caruso (14 puntos) quien les mantenía a flote.
LeBron James (6 puntos), Davis (5) y el alemán Dennis Schröder (2) combinaban una terrorífica estadística de 4/28 en tiros de campo (14,3%) al descanso.
A la vuelta del vestuario, LeBron James tomó los mandos para comandar la reacción de los Lakers, que comenzaron a encontrar a Davis en posiciones favorables. Los jugadores apretaron los dientes en defensa, provocando numerosas pérdidas de balón de los Warriors, también de Curry (6 en todo el partido).
El equipo angelino se puso por delante por primera vez en toda la noche (81-79) al inicio del último cuarto pero, con Curry de nuevo en pista, los Warriors tomaron la delantera a tres minutos del final.
Con el agua al cuello, LeBron James fue objeto de una dura falta de Draymond Green cuando intentaba una volcada y el jugador de los Warriors le golpeó con las manos en el rostro.
El alero de los Lakers devolvió el golpe clavando el triple decisivo, cuando sonaba la bocina de posesión, que colocaba a los Lakers por delante 103-100.
Los Warriors perdieron la última posesión y Curry no pudo intentar uno de sus milagrosos triples para empatar.
El base y LeBron, que se han enfrentado en cuatro Finales de la NBA, se abrazaron al final del partido.
La victoria supone un gran alivio para los Lakers que, pese a las prolongadas lesiones de James y Davis, trataron de evitar hasta el final los riesgos de jugar el ‘play in’.
Para los Warriors, lograr el boleto a los playoffs sería un buen broche para una temporada complicada en la que no pudieron contar con su figura Klay Thompson. Necesitaron del mejor Stephen Curry para no ser eliminados a las primeras de cambio.
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