El Consejo de Europa alertó este viernes que ha habido un dramático incremento de llamadas a líneas telefónicas de ayuda para denunciar violencia machista durante la pandemia en los países miembros que disponen de este servicio.
En una declaración conjunta, la secretaria general, Marija Pejcinovic y la ministra alemana de Asuntos Familiares y Mujeres, Franciska Giffey, con ocasión del Día de la Mujer, afirmaron que los confinamientos y otras restricciones por la pandemia han provocado un récord de aumento de abusos domésticos.
Por ello, pidieron que esas líneas telefónicas estén operativas las 24 horas «para las víctimas de cualquier forma de violencia contra las mujeres».
La secretaria general y la ministra del país que ostenta ahora la presidencia del Comité de Ministros elogiaron los avances alcanzados por el Convenio de Estambul sobre Violencia contra las Mujeres y de su Comité de seguimiento (Grevio), que ya evaluó a 17 países, España entre ellos, que cuentan con esas líneas de ayuda telefónica en funcionamiento.
Algunos, como Finlandia, Serbia, Montenegro y Mónaco, implantaron una línea telefónica de ayuda e información para casos de violencia machista «en respuesta» al Convenio de Estambul del Consejo de Europa que acaba de cumplir 10 años desde que entró en vigor y que ya se aplica a 34 miembros.
En su declaración, elogiaron los cambios legislativos introducidos en el Código Penal sueco para la definición de violación, ya que establece que «solo sí significa sí» en el consentimiento de relaciones sexuales y «la pasividad no es un signo de participación voluntaria».
Pejcinovic y Giffey criticaron las «campañas engañosas que algunos grupos han realizado contra el Convenio de Estambul y que distraen la atención del único objetivo: prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica».
Esa crítica hace referencia a los movimientos contrarios que se han manifestado en Polonia, Hungría, República Checa, Bulgaria, Armenia, Turquía o Azerbaiyán.
El Parlamento de Hungría rechazó el año pasado la ratificación del Convenio gracias a una mayoría que no se negaba a incorporar «el concepto de género» y el enfoque del convenio al Derecho interno.
«Debemos superar con audacia los obstáculos para garantizar un progreso continuo en la eliminación de toda forma de violencia contra mujeres y niñas», señalaron Pejcinovic y Giffey en su declaración.
«Para ellas, algunos roles socialmente establecidos han colocado a las mujeres en situaciones más vulnerables que pueden conducir, y han conducido, a violencia contra ellas, simplemente por ser mujeres».
Añadieron que los grupos opuestos al Convenio de Estambul no ven esa conexión.
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