El presidente, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este sábado que México no dará «ni un paso atrás» en su política energética nacionalista. Sus declaraciones las dio en respuesta a los congresistas estadounidenses que lo acusaron de socavar el acuerdo comercial T-MEC con su política petrolera.
«Decirles a quienes están defendiendo la política neoliberal que no vamos a dar ni un paso atrás. Vamos a rescatar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)», expresó el mandatario.
Un grupo de congresistas y senadores estadounidenses advirtió en una carta a la Casa Blanca sobre acciones que considera amenazan la inversión. Así como el acceso al mercado de las empresas energéticas de su país y «socavan el espíritu» del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El presidente mexicano, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), respondió que en 2018, cuando era presidente, forzó que se detuvieran las negociaciones del T-MEC. Lo hizo hasta que se quitó un capítulo que «comprometía nuestra soberanía nacional» en materia energética.
«Hace como dos días apareció un documento firmado por legisladores de Estados Unidos quejándose de la política energética que estamos aplicando en nuestro país. Quiero tratar el asunto con mucho respeto hacia ellos. Solo aclarar que en esta materia no hemos suscrito ningún acuerdo comercial con el Gobierno de Estados Unidos o de Canadá», expresó.
Desde que asumió el poder a finales de 2018, el mandatario se ha centrado en rescatar a la endeudada petrolera estatal Pemex y a la eléctrica pública CFE. A estas, considera, las abandonaron los anteriores Gobiernos y sus políticas «neoliberales».
Por eso, este sábado dijo que es «motivo de orgullo y satisfacción» que los congresistas estadounidenses señalen que el Gobierno mexicano está «empeñado» en rescatar estas empresas.
«¿Cuál es la función del Gobierno? ¿Proteger los intereses privados? ¡No! Los únicos negocios que deben importar a los funcionarios son los negocios públicos. A mí no me paga Repsol, a mí me pagan los mexicanos para servirles», reivindicó.
Sus declaraciones
López Obrador, quien suele criticar a las compañías extranjeras que se beneficiaron de la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) que liberalizó el sector, aprovechó para arremeter contra la española Repsol.
Sostuvo que fue «una de las empresas que abusó de toda la política privatizadora», criticó que el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) fue su «consejero». Asimismo, opinó que debería «estar ofreciendo disculpas».
«Estos esfuerzos violan y contradicen el espíritu, si no la letra, del T-MEC, un acuerdo entre cuyos objetivos principales está promover el crecimiento entre los países participantes», afirman los congresistas en su carta a Trump, al declararse «profundamente preocupados de que estas acciones demuestren un patrón de obstrucción».
El pasado 29 de junio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación suspendió de forma provisional la nueva política de la Secretaría de Energía en vigor desde el 15 de mayo que limitaba la producción eléctrica renovable de los privados y prohibía la emisión en pruebas de las centrales limpias que estuvieran por arrancar.
Un día antes, durante la presentación de los resultados financieros de la compañía, el presidente de la eléctrica española Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, descartó iniciar nuevos proyectos en México si el Gobierno del país no quiere que siga invirtiendo allí.
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