En el país la falta de agua ha llegado a una crisis tal que los ciudadanos tienen que recogerla hasta de la lluvia.
En los sectores de Maracaibo la Cañada Virginia, La Lago y Don Bosco los residentes esperan la lluvia para poder tener agua, pues no saben cuándo les va a llegar el servicio por las tuberías.
“Esto es una cosa de locos, al menos pude agarrar agua del cielo para usar en el baño y lavar ropa. Sin dudas gracias a Dios, porque por si es por Hidrolago seguimos secos, son unos irresponsables”, expresó al diario local La Verdad Deyanira González, quien vive en Don Bosco.
Otra solución que encontraron los ciudadanos es trasladarse a pie a otras zonas y recolectar el agua de tuberías madre o tomas ilegales. También han recogido agua de las orillas del Lago de Maracaibo.
Según el diario La Verdad, en la Cañada Virginia 250 familias están afectadas por la falta de agua, que buscan en edificios en construcción o en establecimientos comerciales.
“Hay niños, ancianos y personas con discapacidad por las que velamos y necesitan usar el agua con frecuencia, tenemos que carretear agua en muchas ocasiones por kilómetros. Un día podemos llenar solo un botellón y no alcanza para todos”, expresó la residente Dona Romero.
Pero esto es algo que ocurre en todo el país.
El municipio Torres del estado Lara, por ejemplo, está bajo declaración de emergencia por las fallas en el servicio.
La Prensa de Lara indicó que esto ocurre desde que la alcaldía anunció que un motor de la represa Los Quediches supuestamente se quemó debido a la gran cantidad de tomas ilegales que tiene el acueducto.
“Con dos motores no llega a Carora y es por ello que nos declaramos en emergencia. Hay que ubicar los rodamientos de ese motor para luego proceder con dicha empresa a la instalación y activar nuevamente los tres motores en Los Quediches”, explicó el alcalde de Carora, Édgar Carrasco.
La situación ha obligado a la gente a buscar agua en distintos lugares, como en la avenida 14 de Febrero, donde hay una tubería de la que sale agua y la gente no duda en hacer cola para surtirse.
Otra opción para unos pocos son las embotelladoras.
En Naguanagua, estado Carabobo, hay ofertas variadas. Los precios oscilan entre los 45.000 bolívares y los 160.000 bolívares, dependiendo del sector, de acuerdo con un artículo publicado en el diario El Carabobeño.
Sin embargo, son costos que no todos pueden pagar. Es el caso del profesor Antonio Araujo, quien dijo al medio local que como su sueldo no le alcanza para comprar 20 litros de agua cada dos días prefiere acudir a lugares donde no se comercializa.
Uno de ellos es una zona conocida como La Cartonera, donde Hidrocentro recuperó un pozo de agua profunda, así que algunos vecinos permiten a otras personas recoger agua sin cobrar.
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