George Floyd, el color del dolor

“Had a dream last night I” [1] (Langston Hughes)

La muerte de un hombre negro tras haber sido arrestado por un policía en Minneapolis (Estados Unidos) ha levantado al país entero. Las imágenes grabadas de la detención muestran a George Floyd (el detenido) en el suelo quejándose de falta de aire por el peso del cuerpo y la presión de la rodilla de un policía sobre su cuello. El hombre que yacía en el asfalto dijo más de una vez “no puedo respirar” -“I can´t breathe”- y la autoridad descreyó o ignoró su queja. No parece creíble que un policía tuviese la intención de quitarle la vida a un hombre desarmado y tendido boca abajo en la calle. Sin embargo, está claro que en aquel país existe un sentimiento racista de muchos hombres contra la comunidad negra. Lamentablemente, el resultado final es que otro negro americano ha muerto por culpa de una mala praxis policial o por culpa del racismo; y ni una cosa ni la otra son admisibles.

Al teclear en Internet “George Floyd”, la primera información ofrecida por Wikipedia es directamente esta: “El asesinato de George Floyd ocurrió el 25 de mayo de 2020 en el vecindario de Powderhorn, en la ciudad de Minneapolis, Minnesota (Estados Unidos), como resultado de su arresto por parte de cuatro policías locales. En pocos días, el hecho generó una oleada de indignación y protestas a lo largo de todo Estados Unidos en contra del racismo, la xenofobia y los abusos policiales hacia ciudadanos de raza negra”.

Si continuamos la búsqueda en la red, justo la entrada siguiente (también de Wikipedia) se titula “George Floyd” y facilita otros detalles sobre Floyd, indicando que trabajó entre otras cosas como guardia de seguridad, músico y camionero. El artículo dice literalmente: “Fue asesinado el 25 de mayo de 2020 cuando un agente policial en Minneapolis se arrodilló sobre su cuello durante un arresto por presuntamente entregar un billete falsificado de $20. Su muerte provocó múltiples protestas en las principales ciudades de Estados Unidos y otros países. Supuestamente, el policía que asesinó a George Floyd fue compañero suyo como guardia de seguridad”. El texto es reciente y habrá cuestiones de credibilidad dudosa, como este último punto que afirma que el policía responsable de su asfixia había sido compañero suyo en un puesto de vigilantes de seguridad.

Cuando suceden cosas así, la sociedad reacciona de varias maneras; no hace nada, miente para tener razón, o busca la verdad caiga quien caiga. A partir del suceso nace un eslogan que recorre los medios de comunicación por todos los teléfonos, redes sociales, periódicos y televisiones del mundo con el mensaje #blacklivesmatter –las vidas de los negros importan– que de tan obvio no tendría que haberse escrito nunca. El caso es que el máximo mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, saca el ejército a la calle en vista de los desórdenes, actos de vandalismo y caos en que se ven envueltas las ciudades del país. Hay de todo: robos, violencia callejera, manifestaciones serias, asaltos a tiendas de todo tipo. En el canal de noticias ABC son testigos de un momento epifánico que graban en vídeo: un mando de la Guardia Nacional se dirige a los manifestantes en un lugar de Minneapolis y, en señal de respeto, se arrodilla frente a ellos con el respaldo de su unidad militar (5.junio.2020) . En un video de 56 segundos comunica a la gente que se encontraba en el lugar que lamenta la pérdida de George Floyd. Les muestra su empatía y la de sus hombres. Promete que se retiran y pide a la multitud que mantenga una actitud pacífica y responsable. Luego, algunos manifestantes se acercan a abrazarle.

Algunos pensarán que el ejército debe actuar de otro modo. Como señala en la red social Twitter James Woods (@RealJamesWoods) al visionar otra grabación en la cual el ejército vuelve a poner una rodilla en tierra frente a un grupo de ciudadanos: “This is fundamentally wrong. Regardless of emotion, military and police must remain neutral and apolitical” -Esto está básicamente mal. Al margen de la emoción, el ejército y la policía debe ser neutral y apolítico-. Tiene razón, pero debería ser así siempre. Cuando se arresta a una persona hay que ser neutral.

This is fundamentally wrong. Regardless of emotion, military and police must remain neutral and apolitical. https://t.co/HIpNYh0S6x

— James Woods (@RealJamesWoods) June 4, 2020

Hay circunstancias y momentos en los que el mundo se pone patas arriba y las fuerzas armadas defienden lo único que queda por defender que es la dignidad.

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[1] “anoche tuve un sueño yo” (verso de Langston Hughes en el poema “Morning After”, paráfrasis e hipérbaton del célebre discurso de Martin Luther King, 28.agosto.1963 “I have a dream”)