El ex activista de extrema izquierda Cesare Battisti, condenado en Italia por cuatro asesinatos en la década de los setenta, llegó este lunes a Roma, proveniente de Bolivia, para cumplir con una pena de cárcel luego de permanecer prófugo durante años.
El avión aterrizó a las 11:36 am en el aeropuerto romano de Fiumicino, donde estaban presentes los ministros del Interior, Matteo Salvini, y de Justicia, Alfonso Bonafede, así como un centenar de periodistas autorizados para estar en la pista y cubrir su descenso del avión.
Battisti, de 64 años de edad, bajó del avión sonriendo y sin estar esposado, rodeado de policías que lo condujeron a un automóvil para ser trasladado a la cárcel Ribibbia de Roma.
Battisti fue condenado una primera vez en Italia, a principios de los ochenta, a 13 años de prisión por pertenecer a las PAC durante los “años de plomo”. Se escapó en 1981. Fue juzgado en ausencia en 1993 y condenado a perpetuidad. Vivió 15 años exiliado en Francia protegido por el gobierno de François Mitterrand. Luego de una estadía en México regresó a Francia, pero en 2004 se vio obligado a partir de ese país. Se refugió clandestinamente en Brasil, antes de ser detenido en Río de Janeiro en 2007. En 2010, Lula da Silva negó su extradición a Italia. En el último día de su mandato, le otorgó el estatuto de refugiado político. Battisti se casó con una brasileña, con quien tuvo un hijo en 2013. El 13 de diciembre un juez de la Corte Suprema de ese Estado ordenó su arresto “para ser extraditado”.
Utilizando la geolocalización de teléfonos celulares de su entorno, fue localizado la semana pasada en Santa Cruz, donde la policía boliviana e italiana preparó su arresto. Había pedido el estatuto de refugiado político en Bolivia, pero el gobierno de Evo Morales no dio lugar a su pedido.
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