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El tenis despidió a Sharapova, el ícono que se fue entre penumbras

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El tenis despidió Maria Sharapova, una de las tenistas más atractivas del deporte blanco en los últimos 20 años. Y no solo se trataba de su buen físico, de sus piernas largas y rostro de porcelana como si fuera una muñeca de la marca Nike, sino de una referencia mundial en la WTA.

Sharapova representó no solo la femineidad del deporte blanco, fue de las primeras muestras de que el talento joven también puede reinar y destronar a las más grandes.

La gran entrada a la vida mediática de la tenista rusa fue cuando ganó su primer Grand Slam. Lo hizo a los 17 años de edad y contra Serena Williams en Wimbledon, y desde ahí retumbó en el mundo deportivo su apellido en lo más alto del tenis femenino.

La emotiva carta de Sharapova

La princesa siberiana anunció ayer por medio de una entrevista a la revista Vanity Fair y también por sus redes sociales que se despediría del deporte que le dio todo y la vio crecer.

«Mi cuerpo se había convertido en una distracción» confesó Sharapova.

La tenista rusa se mostró lista para «escalar otra montaña», pero se preguntó: «¿Cómo dejas atrás la única vida que has conocido? ¿Cómo abandonas las pistas en las que has entrenado desde que eras una niña pequeña, el deporte que amas, que te ha dado alegrías inolvidables, un deporte donde encontraste una familia y unos aficionados que te han animado durante más de 28 años?».

Para terminar, dio un consejo a aquellos que persigan un sueño que parece imposible: «Fracasarás cientos de veces y el mundo lo verá. Acéptalo. Confía en ti mismo. Prometo que vencerás».

Legado, títulos y hazañas

La siberiana se introdujo en la élite del deporte blanco al vencer a Wiliams en aquella final de 2004, cuando era solo una adolescente que debutaba en un partido decisivo de Grand Slam. Además de su salto a la fama, comenzaría una rivalidad de nunca acabar con la estadounidense.

Su próxima conquista en torneos major, sería en suelo estadounidense, en el US Open en 2006. Sharapova logró la mayoría de sus títulos Master 1000 en el país que la adoptó después de huida de su ciudad natal, Siberia, a causa de la catástrofe nuclear de Chernóbil.

La rusa conquistó su tercer título grande al derrotar a la  serbia Ana Ivanovic en la final del Abierto de Australia, sin haber perdido un set en todo el torneo en el año 2008.

El último grande que logró conseguir fue en París, en la superficie que menos dominaba: la arcilla. Irónicamente, fue el único en el que tuvo la dicha de coronarse dos veces. La primera vez fue en 2012 y más tarde en 2014 contra Simona Halep en tres sets, lo que significó el último torneo grande en su palmarés.

La consentida del tenis se despidió entre penumbras. Sin embargo, esto no empañó los títulos logrados a lo largo de su carrera. Sharapova logró completar el Grand Slam (ganar los cuatro grandes al menos una vez) aunque no en el mismo año.

Su despido entre sombras

En marzo de 2016 la rusa comenzaría su declive, el principio del fin.

Fue detectada en un control antidoping una sustancia prohibida en el circuito, el Meldonium, que según la tenista era para controlar la diabetes y lo usaba hacía más de 10 años. En enero de 2016 el medicamento fue incluido en la lista de prohibiciones por la Agencia Mundial Antidopaje.

Investigadores del caso indicaron que el Meldonium actúa de manera muy parecida a la hormona del crecimiento

Sharapova fue castigada por 15 meses, aunque inicialmente iban a ser por 24 (dos años). El Tribunal de Arbitraje Deportivo finalmente redujo la sanción por defectos de forma atribuibles a la ITF y al agente de la jugadora.

De ahí en más la historia de la referente del tenis mundial cambió, pero no para mejor, sino todo lo contrario.

Al dar positivo en el control y la controversia que generó eso en sus seguidores y muchas jugadoras del circuito, el glamour de la rusa, así como sus éxitos, se fueron desvaneciendo.

Su reingreso al circuito fue un martirio, su dinámica de juego cambió mucho y su físico se vio desgastado. Pasó por lesiones, dolores, parones, criticas hasta que su declive fue mayor.

Solo un trofeo -uno poco atractivo- logró conseguir en 2017: Tianjin. Y en los grandes que recibió tarjetas de invitación como en París 2018, no logró figurar más allá de los cuartos.

Su última actuación fue su caída en primera ronda en el Abierto de Australia 2020 en sets seguidos. Esto marcó su tercera derrota consecutiva en la primera ronda en un torneo de Grand Slam y, después del torneo, su clasificación cayó  al puesto. 369, la figuración más baja desde agosto de 2002

Tras su última participación en Australia Sharapova se retiraría con un comentario que marcó a todos los seguidores del deporte: «No sé si volveré a competir».

Esa incertidumbre de la princesa siberiana terminó convirtiéndose en un adiós eterno al deporte que la vio crecer.

El «adiós» de Sharapova, sin embargo, es para los aficionados al deporte, no para aquellos que sigan de cerca la moda o incluso coman golosinas. Si algo caracterizó a la siberiana es haberse labrado un camino sólido más allá de las canchas, y con su rasgos y figura seguro se seguirá destacando en el ámbito de la moda y los comerciales.

 

Sugarpova, marca de golosinas

 

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