El piloto español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) necesita dos puntos más que el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP19) para proclamarse campeón del mundo de MotoGP por sexta vez en su carrera.
Y El Gran Premio de Tailandia, en el circuito de Buriram, podría ser el escenario propicio para ello.
El circuito tailandés de Buriram es nuevo en el calendario. Se corre desde el año pasado. Sólo ha tenido un ganador y fue Marc Márquez. Para conseguir el triunfo, el español debió esperar hasta la última curva de la última vuelta y batir allí tanto al italiano como a su compatriota Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1).
Los resultados conseguidos en la actual temporada por el líder del equipo Repsol Honda han sido excepcionales. A excepción del Gran Premio de Austin, la peor figuración de Márquez fue un segundo puesto y, salvo que Dovizioso acabe por delante de él, con esos resultados le valdría para proclamarse campeón del mundo.
Sólo en el caso de que gane Dovizioso, o fuese segundo o tercero por delante de Márquez en Buriram, el español no sería campeón del mundo. La diferencia para conseguir matemáticamente el título es de dos puntos.
Otros focos de atención
Además de estos dos escenarios, cualquier otro resultado en el que el español sume dos puntos más que el italiano le haría campeón y, de no ser así, se le retrasaría el festejo hasta la carrera de Japón.
Pero en Tailandia, además del título mundial habrá otros focos de interés. Una es la confirmación en la progresión de las Yamaha YZR M1 de Maverick Viñales. También en la del italiano Valentino Rossi, aunque en su caso no termina de estar al nivel esperado. También de las Suzuki GSX RR de los españoles Alex Rins y Joan Mir.
Rins era una de las bazas de Suzuki en Motorland Alcañiz, pero su rendimiento fue de más a menos y la novena posición no dejó buen sabor de boca. En Buriram, un circuito que resulta favorable a las condiciones de la moto y en el que el año pasado acabó sexto a escasamente tres segundos del vencedor, podría ser el escenario apropiado para un nuevo éxito de la moto de Hamamatsu.
La gran protagonista, junto a la Repsol Honda de Marc Márquez en Tailandia, tiene que ser la Ducati de Andrea Dovizioso. Este es el único equipo que puede amargar o más bien retrasar el título al español y que debe confirmar la progresión que su piloto estaba pidiendo a los ingenieros italianos para intentar estar al mismo nivel de su rival.
Eso a estas alturas de la temporada ya puede servir de muy poco, pero podría valer para preparar una respuesta en condiciones para la temporada 2020.
El también italiano Danilo Petrucci, el segundo piloto de Ducati, tiene un objetivo distinto, que es intentar “asaltar” la tercera posición que ahora ocupa Alex Rins en el campeonato, un puesto por el que también pueden pugnar tanto Viñales como Valentino Rossi.
Objetivos distintos
El francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) tiene dos objetivos claros. El primero de ellos es continuar con la progresión que le convirtió en revelación de la temporada y lo dejó en un par de ocasiones a las puertas de la victoria (Cataluña y San Marino). El segundo, garantizarse el “título honorífico” de mejor debutante de la temporada.
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Más complicado será el regreso, si se encuentra en condiciones, del español Pol Espargaró (KTM RC 16), a quien la caída sufrida en Motorland Aragón le hizo pasar por el quirófano y aunque que no podrá estar 100%, nadie duda de que intentará dar el máximo para colocar a la moto del fabricante austríaco lo más alto posible en la clasificación.
Su hermano Aleix logró en Aragón el mejor resultado al manillar de la Aprilia RS-GP, séptimo, pero no es un resultado que indique el nivel exacto de la moto. Ésta se encuentra todavía muy lejos en su evolución de las mejores de la categoría, algo que tiene desesperado tanto al español como a su compañero de equipo, el italiano Andrea Iannone.
Poco se espera de Jorge Lorenzo (Repsol Honda RC 213 V), que además llega a un escenario en el que el pasado año sufrió como consecuencia de una caída que le hizo perder la carrera y que agravó su “calvario” y sus dolencias físicas sobre la Ducati, y que ahora se está prolongando más de lo necesario.
Para Tito Rabat (Ducati Desmosedici GP18) será una cita completamente novedosa. El año pasado no pudo ir a Buriram por estar convaleciente del grave accidente que sufriera en Silverstone (Inglaterra).
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