El Diario de Anna Frank, uno de los documentos clave de la época del Holocausto, ha sido publicado por primera vez en su versión original completa, sin las correcciones y retoques que hicieron en su momento la propia autora y su padre antes de la publicación.
Anna Frank, cuyo diario ha sido declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura como Patrimonio de la Humanidad, murió en 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen y dejó dos versiones de su diario.
La primera, que se conoce ahora como versión A, la había empezado a escribir espontáneamente, mientras su familia estaba escondida de los nazis en Ámsterdam.
Luego, tras escuchar por radio un llamamiento a documentar el sufrimiento de los judíos holandeses, la joven reescribió en parte su trabajo con la esperanza de ver el texto publicado después de la guerra; de esa intervención quedó la llamada versión B.
Anna Frank soñaba con ser escritora y pensaba en publicar su diario bajo el título de La casa de atrás .
Después de la guerra, y de la muerte de Anna, su padre preparó una tercera versión en la que optó por eliminar pasajes que tenían que ver con las crisis típicas de la pubertad.
La nueva edición incluye tanto la versión A como la versión B.
El diario de Anna Frank, escrito originalmente en holandés, ha sido traducido a decenas de idiomas y está considerado como uno de los documentos clave de la época nazi.
En 1940 los nazis invadieron Holanda y en 1942 intensificaron la persecución de la población judía, lo que obligó a la familia de Anna a esconderse en una casa en un patio trasero junto con otros perseguidos donde permanecieron dos años.
El diario presenta su primera entrada el 12 de junio de 1942, cuando Anna Frank cumplió 13 años de edad. «Espero poder confiarte todo lo que no he podido confiarle a nadie», dice la primera anotación.
La niña murió en marzo de 1945. Pocas semanas después, el campo de concentración de Bergen Belsen fue liberado por los británicos.
De las ocho personas que fueron detenidas en la casa de Anna, su padre fue el único que sobrevivió al cautiverio.
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