El Manchester City acaricia el pase a octavos de final de la Liga de Campeones después de imponerse este martes, con mucho sufrimiento, al Nápoles, en un partido con un primer tiempo excelso del equipo de Pep Guardiola y unos segundos 45 minutos de reacción valiente de los de Maurizio Sarri, que estuvieron cerca de remontar.
La pletórica, perfecta, primera mitad, en la que arrebató por completo el balón a los hombres de Maurizio Sarri, le valió al City, que gracias a los goles de Raheem Sterling (minuto 9) y Gabriel Jesús (minuto 13) suma tres victorias en otras tantas jornadas de Champions y ya enfila con aplomo la siguiente ronda. Necesita un punto en San Paolo para reservar su billete a octavos.
El conjunto inglés, invicto en lo que va de temporada y líder en solitario de la Premier League, consiguió lo que pocos o ningún equipo había conseguido este curso: hacer que el Nápoles, primero en la Serie A, no pudiera salir cómodo desde atrás ni hacer su juego.
Transcurso del partido
La primera media hora fue de completo asedio de los de Pep, que marcaron dos goles y se toparon con el travesaño en una ocasión. Los visitantes, totalmente a merced, dieron un paso adelante a partir del minuto 30, e incluso pudieron recortar diferencias de penalti en los minutos finales del primer tiempo, pero Dries Mertens falló desde los 11 metros.
Sabedor de la importancia del choque, Guardiola no tocó el equipo y salió con el mismo once por tercer partido consecutivo, el mismo que destrozó el sábado al Stoke en liga por 7-2. Sergio Agüero, pese a estar ya recuperado de la fractura de costilla que sufrió en un accidente de tráfico en Amsterdam, volvió a estar de inicio en el banquillo.
Enfrente un Nápoles -nunca ha ganado un partido en Inglaterra ante un equipo inglés- se presentó con dos cambios en el once: Allan y Jorginho dejaron su sitio en el centro del campo a Pitor Zielinski y Amadou Diawara.
Inauguración del marcador
Ocho minutos duró la resistencia del equipo partenopeo en Manchester, el tiempo que tardó Fernandinho en abrir a la izquierda a Sané, quien vio cómo le doblaba Silva por el costado y éste puso la redonda en el punto de penalti, donde no llegó Jesús, pero Sterling, atento como el mejor de los ‘9’, empaló de primeras para subir el 1-0 al marcador.
Sin tiempo, para la reacción de los italianos, llegó el segundo, obra de Gabriel Jesús. El nuevo zarpazo del City lo fabricó De Bruyne, que recogió un rechazo en la frontal y se escoró por la derecha antes de poner un centro raso al área pequeña para que Jesús se aprovechara de la lentitud de Albiol y sólo tuviera que empujar mansamente la bola al fondo de la red.
Después de la única aproximación con ligero peligro de los Sarri en la primera media hora -internada de Insigne que no consiguió combinar con Mertens- estuvo a punto de llegar el tercero, en un contragolpe de libro comandado por Sané y que De Bruyne no pudo cerrar al estrellarse su disparo con la zurda en el travesaño con un Reina ya vencido.
Se empezaron a soltar los italianos y, aunque carecían de profundidad, comenzaron a jugar más en terreno visitante. Su ocasión más clara llegó al filo del descanso (minuto 38), en un infantil penalti cometido por Walker sobre Albiol tras un saque de esquina. Sin embargo, Mertens no acertó y Ederson mantuvo la diferencia de dos goles de los suyos.
Cambio de 180°
Los segundos 45 minutos fueron enteramente del Nápoles, que encerró al City en su campo y tuvo ocasiones de sobra para darle la vuelta al partido.
Primero fue Hamsik, con Ederson ya vencido y tras el enésimo error en la salida de los ingleses, el que estuvo a punto de marcar, pero su remate lo tapó el defensa Stones desde el suelo. Los visitantes pidieron mano, pero el inglés tenía el brazo pegado al cuerpo.
A falta de poco más de un cuarto de hora, el Nápoles se metió de lleno en el partido con un tanto de penalti, el segundo de la noche -cometido esta vez por Fernandinho sobre Ghoulam tras una buena internada del argelino-. El joven Diawara fue el encargado de lanzarlo y, con una calma impecable, no falló, aunque Ederson le adivinó el lado.
Se fueron al ataque los de Sarri, ya sin el lesionado Insigne -reemplazado por Allan- ni Hamsik -salió por el joven Ounas-, pero en ninguna de sus tímidas aproximaciones llegaron a poner en excesivo peligro la meta de Ederson, muy seguro durante todo el encuentro.
El City se llevó así, con más sufrimiento del esperado, tres puntos vitales que le mantienen en lo más alto del Grupo F, con pleno de victorias y a un pasito de los octavos de final.
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