Al menos tres personas murieron, seis están desaparecidas y 158.166 fueron afectadas por la tormenta tropical Urduja en la región central de Filipinas, informaron este sábado fuentes oficiales.
Romina Marasigan, portavoz del Consejo Nacional de gestión y Reducción del Peligro de Desastre, detalló que un menor de edad falleció producto de una riada, un adulto murió en una avalancha de tierra y un pescador falleció en un accidente.
Los desaparecidos son tres pescadores y tres personas sepultadas por un corrimiento de tierra.
Del total de 158.166 personas afectadas, 38.846 se encuentran acogidas en 141 centros de evacuados, mientras que solo una familia de cuatro miembros es atendida fuera de uno de estos centros, según datos del NDRRMC.
La funcionaria advirtió a la población a que no subestime a esta tormenta tropical, que se movía este sábado a 15 kilómetros por hora en dirección poniente con vientos sostenidos de 80 kilómetros por hora y ráfagas de 110 kilómetros por hora, porque causará copiosas precipitaciones.
Los meteorólogos prevén que Urdaja atraviese la isla de Samar, la tercera más grande de Filipinas, situada en el este de la región de Visayas (centro) y con una población de 1,7 millones de habitantes.
Las autoridades emitieron alertas de peligro para Samar, Samar del Norte y Samar Oriental, Biliran, Leyte, Aklan, Iloilo del Norte y Capiz, todas en ellas en Visayas, y para Albay, Sorsogon y Masbate, en la isla de Luzon (norte).
Unos 11.000 pasajeros están varados en distintos puertos después de que 1.355 embarcaciones y 52 cargueros cancelasen sus viajes programadas debido al mal tiempo.
Cortes de luz, carreteras intransitables, puentes cortados y grandes áreas inundadas, tanto rurales como urbanas, son algunos de los problemas causados por Urduja.
Entre 15 y 20 tifones visitan todos los años el archipiélago filipino durante la temporada lluviosa que, por lo general, empieza en junio y concluye en noviembre.
El tifón Haiyan, uno de los más poderos en el registro de Filipinas, visitó el país en noviembre de 2013 con rachas de viento de hasta 315 kilómetros por hora y dejó 6.300 muertos, más de mil desaparecidos y 14 millones de damnificados.
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