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Un día de marzo de 2015 José León recibió como pago por pintar un mural 1.000 billetes de 2 bolívares que nadie quería aceptar.
Ya por entonces esos papeles se usaban poco y compraban menos en Venezuela. Así que León empezó a dibujar sobre ellos, a «intervenirlos», como él lo llama.
A modo de denuncia ilustró el primer billete con la imagen del irreverente superhéroe Deadpool. «Lo subí a las redes sociales y hubo una gran aceptación de mis seguidores. Me enamoré del proyecto y la primera semana ya tenía 70 billetes intervenidos», cuenta León a BBC Mundo.
Desde entonces, muestra en su cuenta de Instagram (@lion_mix) sus creaciones con la etiqueta #VenezuelaDevaluada.
Crítico con el gobierno, con sus dibujos sobre el papel moneda denuncia la devaluación del bolívar.
En Venezuela, el país con la inflación más alta del mundo, los billetes de 2 bolívares se pueden ver tirados por el piso. El de mayor denominación, el recién creado billete de 100.000 bolívares, apenas vale un poco más de un dólar al cambio en el mercado paralelo, el de mayor referencia en el país.
Uno de esos papeles de más valor apenas compra cuatro latas pequeñas de sardinas o medio kilo de pechuga de pollo fileteada.
A la búsqueda de soporte para sus obras, León comenzó a acercarse a las filas de pensionados que reciben su dinero en billetes pequeños para cambiárselos por otros de mayor denominación.
Su creciente fama ha hecho que le regalen billetes de bolívares de conos monetarios anteriores.
Denuncia y beneficio
Pero además de la denuncia, su arte le da beneficio, le permite ganarse la vida. «Un billete dibujado lo vendo a US$20 en el extranjero», dice León, de 26 años. Muchos de ellos los envía al exterior, de Estados Unidos a Irlanda.
El ilustrador, que estudió Diseño Gráfico en Maracaibo, sabe que lo que hace puede considerarse un delito.
«Cuántas personas han hecho cosas peores en este país. Hay mucha gente que robó y vive sin preocupación. Eso es lo que está mal: el bachaqueo (mercado negro de productos), la venta de efectivo al 20% de comisión», dice sobre un nuevo negocio en Venezuela vinculado con la crisis y la falta de dinero en efectivo.
Se planteó hacerlo de otra manera, pero resultaba más cara. «Es más barato intervenir un papel moneda que una hoja de papel blanco normal o escanear, imprimir y falsificar un billete. Es mucho más costoso», dice tras haber hecho
El primer billete que vendió tenía dibujado un «Stormtrooper» (soldado imperial) de la saga Star Wars, cuyas imágenes se venden «como pan caliente», afirma.
Le piden muchos encargos de vírgenes que no le agradan pero que le dan dinero.
León prefiere sus creaciones propias y espera que caiga en sus manos un billete de 100.000 bolívares. Ya tiene pensado algo especial para denunciar la devaluación de la moneda nacional.
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