La familia Castro agradeció este viernes los mensajes de condolencia recibidos tras el suicidio, a los 68 años, del primogénito de Fidel Castro, el físico nuclear Fidel Castro Díaz-Balart, cuya muerte sorprendió en Cuba y ha sido muy comentada en las calles en las últimas horas.
“En nombre de la familia, agradezco a las personas de buen corazón que alivian nuestro dolor al acompañarlo con sus mensajes de condolencia” y “descansa en paz mi querido primo”, escribió hoy en Twitter Mariela Castro, prima del fallecido e hija del presidente Raúl Castro.
Hasta ahora no se han divulgado detalles sobre el entierro aunque es previsible que el asunto se mantenga en la más estricta intimidad.
Las palabras de Mariela Castro, también diputada del Parlamento cubano, han sido las únicas manifestaciones públicas de la familia desde que en la noche del jueves se anunció la muerte del hijo mayor del líder la revolución cubana.
Fidel Castro Díaz-Balart, conocido en la isla como “Fidelito”, fue el único hijo del matrimonio de Fidel Castro con Mirtha Díaz-Balart y en el momento de su muerte era asesor científico del Consejo de Estado de Cuba, máximo órgano de gobierno de la isla, y vicepresidente de la Academia de Ciencias.
El fallecimiento fue difundido en la televisión estatal mediante un comunicado oficial reproducido por los principales medios oficiales como la web Cubadebate y los digitales de los diarios Granma y Juventud Rebelde.
En esa nota, también publicada hoy en las versiones en papel de los diarios -aunque no en portada-, se afirmaba que Castro Díaz-Balart “atentó contra su vida en la mañana de este 1 de febrero” y que padecía un “estado depresivo profundo” del que le trataba un grupo de médicos “desde hace varios meses”.
“Como parte de su tratamiento requirió inicialmente un régimen de hospitalización y luego se mantuvo con seguimiento ambulatorio durante su reincorporación social”, agregaba el texto.
Consternación, sorpresa, extrañeza o curiosidad fueron las reacciones más recurrentes de los cubanos al saber lo sucedido.
La noticia corrió como la pólvora en la isla: esta mañana era el asunto más comentado en las calles, mercados y centros de trabajo, sin que faltaran murmuradas especulaciones sobre la forma en que el hijo mayor del comandante se habría quitado la vida o el lugar en el que lo hizo.
“Fidelito”, que nunca ocupó cargos orgánicos en Cuba, tenía un llamativo parecido físico con su padre, desde la complexión corpulenta a la poblada barba y el corte de pelo.
Formado en Rusia, donde estudió bajo seudónimo por seguridad, fue entre 1980 y 1992 el máximo responsable de la política nuclear de Cuba y tuvo a su cargo la inconclusa construcción de la central nuclear de Jaragua (centro-sur), que habría sido la primera instalación de este tipo en la isla.
Es poco probable que se haga público un informe de las circunstancias que rodearon el suicidio, como también fue muy escueta la información médica que las autoridades cubanas difundieron cuando murió Fidel Castro en noviembre del 2016 a los 90 años.
Además de agradecer las muestras de condolencia recibidas, Mariela Castro dijo en Twitter que “solo quien haya conocido la depresión que provocan las pérdidas, sabe la infinitud de su impacto en la vida de los seres sensibles. De otra manera no se explica la elección de la muerte”.
“También agradecemos los testimonios del afecto, respeto y admiración que les inspiran la relevante labor científica y las cualidades humanas que siempre distinguieron a Fidelito”, escribió asimismo la prima del fallecido.
Entre las personalidades que enviaron sus condolencias están el presidente boliviano, Evo Morales; la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo; y el candidato presidencial del partido colombiano FARC y antiguo líder de la guerrilla homónima, Rodrigo Londoño.
Algunas de las últimas apariciones públicas de Castro Díaz-Balart fueron la investidura del Nobel de Química estadounidense Peter Agre como miembro de la Academia de Ciencias de Cuba, en agosto del 2017, y un viaje a Japón en octubre pasado para representar a su país en un foro científico.
De acuerdo con la tradición de los Castro de mantener su intimidad alejada del foco público, existen pocos datos sobre su vida personal.
Estuvo casado con la rusa Natasha Smirnova, con la que tuvo tres hijos (Mirta María, Fidel Antonio y José Raúl) y tras divorciarse de su primera esposa contrajo matrimonio con la cubana María Victoria Barreiro.
Tenía, además, cinco hermanos reconocidos por parte de padre (Alexis, Alexander, Antonio, Alejandro y Ángel Castro Soto) y dos hermanas por parte de madre (las gemelas Mirta y América Silvia Núñez Díaz Balart), a los que se suma Alina Fernández Revuelta, hija ilegítima de una relación que tuvo Castro con Natalia Revuelta.
Además, entre sus primos maternos figuran el congresista republicano cubanoamericano Mario Díaz-Balart y el excongresista Lincoln Díaz-Balart, ambos con conocidas posturas anticastristas.
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