Cuando la noche toma la parroquia San Bernardino y la oscuridad se adueña de sus calles, quienes transitan con sus vehículos por las avenidas son acechados por atracadores que trepan a lo más alto de los árboles aprovechándose de la penumbra.
“Se montan en los árboles y después de que el dueño del carro lo estaciona y lo deja, bajan de las ramas y hurtan cauchos, baterías, entre otras piezas”, aseguró una vecina.
Hugo Castro Zerpa, residente de San Bernardino y secretario de organización de la parroquia, informó que solo hay un módulo de la Policía Nacional Bolivariana que funciona en la avenida Anauco, adyacente a la plaza La Estrella. Allí, apuntó, solo se pueden ver tres funcionarios. “Los agentes no se dignan a vigilar. Lo que hacen es hablar por sus teléfonos celulares o coquetear con las mujeres policías”, señaló. “En todas las calles se cometen decenas de atracos diarios. Roban automóviles, en los apartamentos, en los negocios y a los transeúntes”, añadió.
Luis Alejo, dirigente político de la zona, precisó que San Bernardino está rodeado de 13 barrios, entre ellos el Gamboa, Anauco 1, 2, 3. Sin embargo, la mayoría de los asaltos en la urbanización son cometidos por gente de otros lugares que ingresa por la Cota Mil, la cual tiene dos salidas de San Bernardino, y otras entradas como la que da hacia San José de Cotiza, por la avenida Panteón, entre otras.
Vigilancia
El patrullaje policial en la parroquia, como en la mayoría de las zonas de Caracas, es escaso. Sobre este problema, Zerpa aseveró que por lo menos se necesitarían 10 patrullas, pero hay 2. También se requerirían 40 funcionarios y solo hay 3 en el módulo de la avenida Anauco.
Omar Sequera, comisionado de la PNB en la zona, ha asistido a varias reuniones de seguridad que han efectuado los vecinos y aunque ha estado presto a brindarles toda la ayuda posible, no tiene los recursos para disminuir los índices de inseguridad, contó Zerpa.
Hace aproximadamente dos meses la iglesia de San Bernardino de Siena fue asaltada. De allí los ladrones se llevaron los equipos de sonido: desde micrófonos hasta la consola. Los testimonios de los vecinos indican que los delincuentes asistieron a la misa como cualquier fiel creyente. Cuando terminó el acto religioso se quedaron y se ocultaron hasta que la iglesia quedó sola para cometer el robo.
Entre las quejas de la comunidad figura el precario alumbrado público. Después de las 6:00 pm ningún residente de la zona sale de su casa por miedo a la oscuridad y los terrores que encierra. Entre las medidas de seguridad que han tomado está el uso de los pitos cuando notan una situación irregular y la instalación de focos de luz en algunas viviendas para iluminar los sectores más oscuros de las calles. Corpoelec, hasta los momentos, no ha solucionado el problema de alumbrado.
El dato
Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, aseguró que hay 12 edificaciones en San Bernardino que han sido tomadas ilegalmente por delincuentes y grupos armados, con el aval del Estado venezolano: “Dos de ellas están en la avenida Los Próceres, otro edificio a una cuadra de la avenida Anauco, además de una cerca del Centro Médico, entre otras”.
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