La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), denunció este martes que al menos 300 presos de la cárcel El Rodeo II, ubicada a las afueras de Caracas, se intoxicaron tras consumir carne descompuesta.
Fuentes del Ministerio de Servicios Penitenciarios negaron esta aseveración a EFE.
El OVP aseguró en un comunicado difundido este martes que la ingesta de carne podrida hizo que más de 300 reclusos «sufrieran vómitos, diarreas, náuseas, entre otros malestares».
«La carne se descompuso porque no tienen los equipos adecuados para la refrigeración de los alimentos» y los presos «consumieron la carne porque tenían muchos días sin probar bocado y además la cocinaron con muchos condimentos y salsas para disfrazar el sabor a podrido», según reseña la nota de la ONG.
El director del OVP, Humberto Prado, dijo que los afectados tienen «varios días con estos síntomas» y «algunos se han agravado por la deshidratación», la prisión también presenta falta de agua potable.
La ONG aseguró que la directiva del penal sigue sirviendo estos alimentos descompuestos «porque no hay nada más para darles de comer».
Prado adelantó que enviará una comunicación a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para denunciar esta situación y se mantendrá en contacto con los familiares de los presos afectados para darle seguimiento al caso.
Una fuente de la cartera de Prisiones aseguró a EFE que esta denuncia es infundada y que el gobierno de Nicolás Maduro emitirá un comunicado para aclarar el tema.
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