El director en funciones del Servicio Secreto de Estados Unidos, Ronald Rowe, dijo este viernes que la agencia asume «toda la responsabilidad» de los errores de seguridad que hubo el día del intento de asesinato del expresidente y candidato republicano Donald Trump en un mitin electoral en Pensilvania. Eximió de culpa a la policía local.
«El Servicio Secreto asume toda la responsabilidad por los trágicos eventos del 13 de julio. Fue una misión fallida. Nuestro trabajo es evitar que nuestros protegidos estén en peligro y fracasamos», dijo en rueda de prensa Rowe, que asumió el cargo en sustitución de Kimberly Cheatle, que dimitió tras el atentado.
🚨Acting Secret Service Director Ronald Rowe gives a public statement on the attempted assassination on President Trump:
“The Secret Service takes full responsibility for the tragic events of July 13th. This was a mission failure—I am committed in pursuing accountability for the… pic.twitter.com/nf0O4z33ZX
— Benny Johnson (@bennyjohnson) August 2, 2024
Servicio Secreto exime de culpa a la policía
Rowe aseguró, como ya había señalado el martes en una audiencia del Senado, que la policía local nunca avisó al Servicio Secreto que habían detectado a un hombre armado en las inmediaciones del mitin de Trump en Butler (Pensilvania), pero aclaró que su agencia no culpa a los agentes locales de lo sucedido.
«De ninguna manera, ninguna agencia estatal o local que nos apoyó en Butler el 13 de julio debería ser considerada responsable por el fracaso de nuestro Servicio Secreto”, manifestó el director.
Rowe citó como principal error el hecho de que el Servicio Secreto no vigilara el tejado desde donde Thomas Matthew Crooks, de 20 años de edad, disparó con un rifle de asalto contra el mitin de Trump, a 120 metros de distancia, hiriendo al republicano en la oreja derecha y matando a una persona del público.
“Ese tejado debería haber estado cubierto. Deberíamos haber estado atentos a eso”, lamentó.
Sin conocimiento
Según ha trascendido, la policía local advirtió de la presencia de Crooks en el tejado 30 segundos antes de que este comenzara a disparar, pero de acuerdo con el Servicio Secreto el mensaje nunca llegó a sus agentes.
Rowe reiteró que los francotiradores no tenían «ningún conocimiento» de que había un hombre armado «hasta que oyeron los disparos».
El director en funciones de la agencia, destinada a proteger a presidentes, expresidentes y embajadas, dijo que se ha emprendido una «revisión muy exhaustiva» de los errores cometidos y que llegado el caso se tomarán medidas disciplinarias.
Rowe se puso como objetivo «recuperar la confianza» del público en el Servicio Secreto.
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