Pareciera que el beisbol tiene mucho tiempo en la espera de Eduardo Rodríguez. Desde que irrumpió en las Grandes Ligas, en 2015, con 10 victorias y 3.85 de efectividad, los Medias Rojas de Boston quieren verle una campaña de 200 o más innings. Las idas y los eternos regresos del zurdo han sucedido por una razón: las lesiones que lo han acompañado toda su estadía en el máximo nivel.
Su próximo retorno está fijado para mediados de este mes, reseñaron reportes de la prensa de Nueva Inglaterra. Se ha recuperado rápido y de forma satisfactoria de una cirugía en la rodilla derecha, su eterno némesis, que le reconstruyó un ligamento. Pero antes de volverse a uniformar con el equipo grande de los patirrojos, deberá hacer una salida en las menores mañana.
A partir de allí se verá qué tan listo está Rodríguez para subirse a la lomita el 13 de este mes; esa es una fecha tentativa. “Queremos ver cómo se siente con su rodilla y la extensión de ella”, le dijo el manager Alex Cora a MLB.com. “Es muy importante que se sienta al 100 por ciento. Creo que esta organización y él ya han pasado por este mismo camino anteriormente y no funcionó, por eso debemos asegurarnos que está completamente sano”.
Cora no exagera. La rodilla derecha de Rodríguez lo mandó a la clínica durante los Spring Trainings del año pasado. La rótula se salió de su lugar y evitó que pudiera aplicar los consejos que le dio el dominicano Pedro Martínez, miembro del Salón de la Fama.
La recuperación, en aquella oportunidad, fue lenta. El serpentinero no tenía la confianza al lanzar y le daba temor apoyar su peso en la pierna magullada. Por esa razón, los Medias Rojas esperan que con el trabajo de esta semana y los ejercicios rutinarios pueda sentirse cómodo de nuevo en pleno trabajo.
Rodríguez también sintió dolores en la articulación durante la campaña 2016-2017, cuando debutó con los Navegantes del Magallanes en la LVBP. De hecho, el percance lo alejó de la posibilidad de representar a Venezuela en el Clásico Mundial de 2017.
Rodríguez trabajó 137.1 innings el año pasado antes de ir a la lista de incapacitados. Su efectividad fue de 4.19 y ponchó a 150 adversarios. Esa capacidad de guillotinar a los contrarios le ha garantizado un puesto en la rotación de Boston cada vez que está sano. Incluso, el campeonato pasado, tuvo 24 aperturas en sus 25 salidas.
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