La historia de amor de Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini fue un flechazo. Se conocieron en 1993 mientras hacían la novela Déjate querer, que emitía Telefe y ella la protagonizaba junto a Carlos Mata. Sabatini, en cambio, se asomaba tímidamente a la televisión y daba sus primeros pasos como actor. Se cruzaban a diario en los pasillos del canal, en camarines y en el set de grabación, y sus miradas se encontraron y se reconocieron ya desde el primer día. Se dieron el primer beso a escondidas, en un baño, y supieron que no se iban a separar más. Llevan 31 años juntos y tienen dos hijas, Oriana y Tiziana.
«Déjate querer fue la puerta de entrada para mi nueva vida. Un día yo volvía de un exterior y Ova estaba caminando por el pasillo de los estudios, pensé en decirle algo porque me gustaba y ya casi terminaba la novela. Y entonces solté: ‘Ay… qué bello eres’. Alejandra (Gavilanes) sabía que él me gustaba y le dijo, ‘ella te quiere dar un beso’. Y él dijo: ‘bueno sí, yo también’. Nos metimos en el baño de mujeres y mi amiga se quedó afuera cantando la zona. Nos besamos y ya está. Desde el primer día supe que con él me iba a pasar algo importante. No habíamos tenido nada durante todos los meses que duró la novela, pero cada vez que se me acercaba, temblaba, algo me pasaba», le confesó la actriz a La Nación. Ese mismo año se había separado de su primer marido, el actor venezolano Fernando Carrillo. Tiempo después contó que había mirado a Sabatini durante toda la novela, pero que nunca había pasado nada porque ella estaba terminado una relación y «él también tenía sus cositas».
Casados con hijos
Oriana Sabatini nació en 1996. Ellos se casaron en 1998 y tuvieron a su segunda hija, Tiziana, un año después de la boda. Siempre se mostraron felices y muy unidos. Juntos también preparan ahora la boda de Oriana con Paulo Dybala. «Es muy hermoso repasar todos estos años juntos. A veces pienso que todo pasa demasiado rápido y no lo puedo creer. Siempre tratamos de encontrarnos en este proyecto de vida que soñamos juntos y que hicimos. Siempre nuestro amor ha sido más fuerte y hasta hoy seguimos haciendo crecer esta pasión por nosotros y todo lo vivido. Te amo», escribió Fulop en sus redes sociales hace unos años para festejar un aniversario más de la pareja.
Crisis y reconciliación
Alguna vez contaron que, como todos los matrimonios, pasaron algunas crisis, pero que se reconciliaron rápidamente. «No nos gusta pelear, preferimos hablar. Nuestros enojos duran cinco minutos. Cuando uno quiere construir un matrimonio hay que saber ceder y dejar el ego de lado. Lo que sí necesitas es ciertos ingredientes para que la pareja vaya evolucionando. Y la base siempre es el amor y gustarse uno al otro», admitió ella en una entrevista radial en La Once Diez. Y sumó: «Ova respeta mucho mis momentos, está atento y se da cuenta si estoy cansada o si quizás no dormí mucho porque tuve algún compromiso. Con los años, los dos aprendimos a respetar nuestros tiempos. Yo quizá soy un poco más impulsiva y Ova no, y jamás grita. Hoy no solo nos vemos, sino que nos miramos y sabemos cómo se siente el otro».
Cuando la situación fue un poco más complicada, ambos apostaron a seguir construyendo juntos y pidieron ayuda. «La única crisis fuerte que tuvimos fue cuanto Tiziana tenía un poco más de 1 año. Teníamos dos niñas muy chiquitas, yo las hormonas alborotadas pensando en mi carrera, queriendo volver a trabajar y llevándome a mi hija conmigo a las grabaciones para darle de mamar. Me sentía sobrepasada y lejos de él. Era como que no nos poníamos de acuerdo, estábamos desencontrados. Hicimos terapia y buscamos una tercera opinión que nos tirara un centro. Yo era la que creía que la cosa no daba para más, que todo era demasiado para mí, que no podía. En cambio, él tenía más fe en la pareja, en que íbamos a volver a estar bien. Cuando pudimos encontrarnos otra vez, volvimos a reírnos, a amarnos como el primer día», contó Fulop hace unos años a la revista ¡Hola! «Desearía tenerlo siempre a mi lado porque nadie más va a mirarme como él me mira. Tiene a la Cathy en el estado más puro. Él me conoció en mi esencia, estuvo conmigo en todos los momentos: cuando fui madre por primera vez, en mis fracasos, en mis triunfos… Son muchos años juntos».
Apasionados
Alguna vez también revelaron que tienen un secreto para que el fuego de la pasión siga encendido después de tantos años juntos. «Ova siempre está a la conquista, listo como los boy scouts. Y yo me dejo seducir. Pero en nuestra pareja, además del amor y la atracción, está el respeto y la empatía con lo que le pasa al otro. Para mantener la pasión hay que gustarse mucho y a la vez, tiene que haber admiración. Si uno se atrae físicamente, pero no te gustan ciertas actitudes del otro frente a la vida, a la larga no va. Hay que pasar bien el tiempo juntos, reír. Es una sumatoria de cosas», reflexiona Fulop cada vez que le preguntan.
También Sabatini tiene su respuesta: «Lo fundamental es gustarse, atraerse, y que cuando intentamos seducirnos el otro responda. Nosotros nos hacemos tiempo para estar juntos, para salir a cenar o a pasear. Evidentemente, hay una cuestión de piel. La química y la atracción no se pueden explicar con palabras. Cathy y yo nos seguimos gustando mucho y la pasamos bien juntos. Hay muchos matrimonios que conviven treinta años, envejecen uno al lado del otro, pero la pasan mal. Nosotros no, nos divertimos mucho».
Fulop dice que la enamoró lo caballero, educado y protector que era él mientras que él admira su belleza y alegría. «Nos divertimos como el primer día y todavía nos gustamos mucho», coinciden.
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