Más de 300.000 aficionados del Inter bloquearon Milán para celebrar durante toda la jornada del domingo el histórico Scudetto (título liga) que su equipo consiguió el pasado lunes. El equipo ganó tras derrotar al Milan, máximo rival, en una noche que se saldó sin altercados.
La fiesta del Inter por el Scudetto estaba anunciada, organizada y controlada, pero aún así superó todas las expectativas posibles en cuanto a asistencia de seguidores nerazzurri. Los hinchas inevitablemente paralizaron la ciudad y retrasaron los horarios de la llegada de los jugadores al Duomo. Ese era destino final de los 2 autobuses descapotados en los que viajaron.
El recorrido inició tras el partido ante el Torino en el Estadio Giuseppe Meazza en el que el Inter dio la enésima alegría de la temporada con una solvente victoria (2-0). Los jugadores se pusieron en marcha con la previsión de llegar al Duomo, tras 5 horas de divertimento y comunión con la afición.
Pero en la primera media hora solo pudieron recorrer 200 metros de la cantidad de gente que había en la calle, síntoma de la felicidad de la parte nerazzurra de la ciudad de Milán.
Con 2 horas de retraso, los autobuses de los jugadores pudieron llegar a un Duomo abarrotado esperando a las grandes estrellas. Allí, fueron pasando uno por uno por uno escenario para dedicar unas palabras a los presentes, para cantar con la afición y celebrar el histórico título.
Celebrar por lo alto
Una marea de más de 300.000 personas se dio cita por todas las calles de una ciudad paralizada en una celebración que, más allá de unos pocos afectados por el agobio de la fiesta, se saldó sin episodios violentos ni disturbios.
Sí con polémica, la que protagonizó el neerlandés Denzel Dumfries al burlarse del francés Theo Hernández, jugador del Milan, con una pancarta que hace referencia a una famosa imagen del videojuego GTA V.
Ambos fueron expulsados del partido del pasado lunes entre Inter y Milan por generar una tangana que fue tomada a modo de broma por los seguidores nerazzurri.
Un grupo de interistas consiguió entregar al jugador, a bordo del bus, una pancarta gigante con un montaje relacionado con el GTA V en el que el protagonista sale con su perro atado, a modo de «dueño». La cara del protagonista fue sustituida por la de Dumfries y la del perro por la de Theo, algo que ha generado las burlas en redes sociales y las críticas por parte de los milanistas.
Fue el único momento polémico en una tarde-noche inolvidable para la parte interista de Milán, que celebró con sus jugadores un Scudetto histórico certificado con 5 jornadas de anticipo.
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