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Gianluigi Buffon: el adiós de un ídolo bianconero

El portero disputó su último compromiso con la Juventus luego de 17 años en los que defendió los colores de la vecchia signora

Por AFP
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Cariño, afecto y respeto. Exactamente lo que pidió. Gianluigi Buffon se despidió ayer de los hinchas de la Juventus tras 17 temporadas ante un público que le dedicó una sobria despedida, haciendo soltar alguna lágrima al mítico arquero, que dio la vuelta de honor al estadio tras ser sustituido en la segunda parte. Buffon decidió marcharse al ‘estilo Del Piero’ en lugar del hacerlo a lo Totti.

Tal como hizo el gran delantero juventino en 2012, el guardameta saludó al público antes de dar la vuelta al Juventus Stadium, pese a que aún restaban 20 minutos del partido contra el Hellas Verona (victoria 2-1) que acabó con la celebración del séptimo título consecutivo del equipo de Turín. Cubierto por bufandas ofrecidas por los hinchas y empapado por la lluvia, Buffon se secó las lágrimas derramadas cuando abandonó la cancha, a los 17 minutos de la segunda parte.

Para su último partido frente al ya descendido Verona, la Juventus preparó un acto más sobrio que el de Totti, pese a que Buffon también recibió un baño de multitudes en el fondo sur después de un calentamiento que, por una vez, no fue tan profesional como es habitual en el arquero.

«Quiero vivir esta jornada normalmente. No pido nada, salvo lo que ya he tenido: cariño, afecto y respeto. El resto no lo necesito. De niño no me gustaban los cumpleaños ni ser el centro de atención», advirtió el jueves al anunciar su marcha del equipo bianconero.

Pero sus compañeros no le dieron opción a ello y dejaron que Buffon entrase solo a la cancha antes de iniciarse el encuentro. Muchos hinchas recibieron a su ídolo con pancartas: «17 años contigo. Gracias, Gigi», «Gigi Buffon, héroe inmortal», «Gigi, Santo Subito» o «Sólo los que intentan lo absurdo alcanzan lo imposible», fueron algunas de ellas.

El público ovacionó cada una de sus intervenciones hasta que fue sustituido en el minuto 63 por Carlo Pinsoglio, ganándose en ese momento la aclamación y el reconocimiento del público de Turín, que se despidió de uno de sus emblemas más queridos de su historia. El momento fue muy emotivo y Buffon no pudo evitar las lágrimas en su adiós de los tifosi.

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