Al menos 61 personas, entre ellas 11 pertenecientes a la minoría baluchi, fueron ejecutadas en Irán durante julio, lo que eleva la cifra de ajusticiados en la República Islámica a 423 en lo que va de año, informó este miércoles la ONG Iran Human Rights (IHR).
La organización, con sede en Noruega, indicó en un comunicado que entre los ejecutados se encontraban cuatro mujeres y tres ciudadanos afganos. Todos ellos fueron ajusticiados tras ser condenados por supuesto tráfico de drogas, asesinato, violación y moharebeh o enemistad contra Dios.
La IHR también denunció que las minorías étnicas en el país persa están excesivamente representadas en las cifras de ejecuciones, puesto que alrededor de 20% de los ajusticiamientos en todo el país en lo que va de 2023 fueron contra baluchis.
La ONG recordó que los baluchis representan entre 2% y 6% de la población Irán y que pertenecen a la rama suní del islam, minoritaria en el país, de mayoría chií.
En 2022, al menos 174 personas de esta etnia fueron ejecutadas en más de una veintena de cárceles de la República Islámica, mientras que casi la mitad de los ajusticiados ese año por tráfico de drogas eran baluchis.
«Las ejecuciones relacionadas con las drogas han aumentado continuamente cada año durante los últimos tres años. Al menos 206 personas fueron ejecutadas por cargos relacionados con las drogas en los primeros seis meses de 2023, un aumento de 126% en comparación con el mismo período de 2022, cuando se ejecutaron 91», indicó la IHR.
De acuerdo con Amnistía Internacional, Irán es el país de Medio Oriente que más aplica la pena de muerte.
En 2022, se llevaron a cabo 576 ejecuciones en el país persa respecto a los 314 registrados el año anterior.
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